Ficha de Milo

Hola, me llamo Milo y busco ser humano con quien compartir la vida.

Soy un cruce de Pinscher y peso unos 8 kilos, aunque no es que eso sea muy relevante. Me gustan muchísimo las aventuras y los deportes acuáticos. La humana que me cuida dice que saltar en la piscina lleno de tierra hasta hacer barro no es un deporte, pero no le hagáis caso que ella de eso no sabe.
Mi comida favorita son las salchichas, sobre todo si están rellenas de queso, pero no le hago ascos a una buena latita. Soy un gran aficionado de las pelotitas, se me ponen los ojos redondos como comederos cuando veo una y pasaría horas mirando cómo los humanos las tiran y luego van a recogerlas. Me gusta tanto que a veces participo: corro más que la humana en cuestión, que tampoco es muy difícil, la recojo y me fugo con ella.
Con apenas un año me abandonaron. Me encontraron a pie de carretera sentado. Esperaba que volviera mi humano, estaba convencido de que había habido un error y quizá no encontraba el camino de vuelta. No quería irme de allí, pero otra humana me obligó a hacerlo diciendo que era lo mejor para mí.
Estuve mucho tiempo enfadado. Había sol, luz y brisa, pero yo estaba en un lugar muy oscuro. Me encerré en mí mismo y tardé mucho en aceptar que quizá otro humano me podía querer, pero de verdad.

Y en esas estoy ahora. Me han repetido tantas veces que soy un perro magnífico que me lo he creído, así que voy a vestirme con mi mejor sonrisa y preguntaros, con estos ojillos ilusionaos,

¿quién quiere adoptarme?

Estoy en Sevilla y puedo vivir en otra provincia, pero mi futura familia me tendría que venir a buscar. Sé que es un inconveniente, pero he luchado tanto por llegar hasta aquí que estoy seguro de que la persona indicada lo entenderá y me vendrá a buscar con las mismas ganas que yo le espero.

¿Me hacéis un favor? Compartid mucho mi historia y cruzad los dedos fuerte por mí, que ya me toca ser feliz.