Ficha de Jamie
en adopción- Nombre Jamie
- Especie Gato
- Desde 6-3-2025
- Sexo Macho
- Edad 3 años y 7 meses
- fecha de nacimiento 9/2021
- Raza Comun europeo
- Tamaño Pequeño
- Localidad Dos Hermanas (Sevilla)
- ID 116
Descripción
El bueno de Jamie es diferente. Al parecer, sufrió un golpe fuerte y a consecuencia de ello, percibe el mundo de otra manera.
Hace casi dos meses de su llegada y su evolución ha sido un desafío.
Jamie gritaba todo el rato, de día o de noche porque tan sólo dormía cuatro o cinco horas. No sabía beber sin volcarse todo el plato, y se ponía tan nervioso que no atinaba a seguir intentándolo.
Estaba acostumbrado a que le intentasen callar con maltrato, por eso entrecerraba los ojos y encogía el cuerpo cuando se le acercaba una mano. No sabía relacionarse con perros, con gatos ni con personas. Nadie le había enseñado y gritar era la única forma que tenía de expresar toda la soledad y el desconsuelo que sentía.
Jamie no es más que un bebé inocente y bonachón en un cuerpo de gato grande al que a veces, los otros gatos no entienden.
Se ha esforzado tanto que ya sabe usar las fuentes de agua y, siendo cierto que no es muy bueno saltando, ha aprendido a subir al sofá y a la ventana, para ver a los pájaros. Juega a acicalarte el pelo, a su manera, y a poner morrito cuando se acerca un beso. Ya pide amor y cuando lo recibe, lo celebra. Ya come latita, ya duerme siestas y hasta se aventura a hacer algún desaguisado en el armario.
Porque lo único que el bueno de Jamie necesita es que le acepten y le quieran, aun con todas sus rarezas.
Como cualquiera de nosotros.
Encontrar una familia para él, es extremadamente difícil.
Y no por ello vamos a dejar de intentarlo.
Hace casi dos meses de su llegada y su evolución ha sido un desafío.
Jamie gritaba todo el rato, de día o de noche porque tan sólo dormía cuatro o cinco horas. No sabía beber sin volcarse todo el plato, y se ponía tan nervioso que no atinaba a seguir intentándolo.
Estaba acostumbrado a que le intentasen callar con maltrato, por eso entrecerraba los ojos y encogía el cuerpo cuando se le acercaba una mano. No sabía relacionarse con perros, con gatos ni con personas. Nadie le había enseñado y gritar era la única forma que tenía de expresar toda la soledad y el desconsuelo que sentía.
Jamie no es más que un bebé inocente y bonachón en un cuerpo de gato grande al que a veces, los otros gatos no entienden.
Se ha esforzado tanto que ya sabe usar las fuentes de agua y, siendo cierto que no es muy bueno saltando, ha aprendido a subir al sofá y a la ventana, para ver a los pájaros. Juega a acicalarte el pelo, a su manera, y a poner morrito cuando se acerca un beso. Ya pide amor y cuando lo recibe, lo celebra. Ya come latita, ya duerme siestas y hasta se aventura a hacer algún desaguisado en el armario.
Porque lo único que el bueno de Jamie necesita es que le acepten y le quieran, aun con todas sus rarezas.
Como cualquiera de nosotros.
Encontrar una familia para él, es extremadamente difícil.
Y no por ello vamos a dejar de intentarlo.
Salud
No requiere de cuidados, está sanote.Está en Sevilla pero puede viajar dentro de España para encontrarse con su familia.