Adopción de Romeo

El viaje de Romeo -porque no se me ocurre otra forma de describir todo esto- empezó en abril con un tumor y una insuficiencia renal, se complicó con dos hernias de disco que le dejaron tetrapléjico dos meses y medio y acabará, espero, como todos los cuentos buenos: con el justo final feliz que se merece.
Romeo tiene doce años, que son los que ha vivido en un patio, descuidado, desprotegido, desamparado. Ha luchado muchísimo para llegar a ser el muñequito sano, divertido y alegre que es hoy y busca una familia que valore su inmenso esfuerzo y vea en él algo más que un perro bonito.
Le encanta la calle, la playa, el campo y la vida. Convive con perros y gatos, no le gusta la soledad y adora el buen comer.
Está en Sevilla, puede viajar a otras provincias y os garantizo que quien se convierta en su familia, tendrá a su lado la mayor de las fortunas.